Esta es una semilla de chopo, también llamado álamo,
que, como se ve, lleva un artilugio muy ingenioso que le permite ser
transportada a grandes distancias. Se trata de esa especie de pelusa
blanca que tiene forma de paracaídas. El conjunto. que es diminuto
(compárese con los dedos que la sostienen), se desplaza por el aire
arrastrado por las corrientes, y de esta forma consigue posarse al fin
en tierra en algún lugar distante, en donde germinará (o no, claro, pero
como hay muchísimas...). De esta forma, el árbol se asegura la
descendencia.
Este
es uno de los múltiples mecanismos que la naturaleza (o el Cosmos,
vamos, pero en cualquier caso nuestra madre) ha inventado y puesto a
punto para asegurar la continuidad de las especies. Y ahora viene la
segunda foto, y contemplándola uno no puede por menos de preguntarse:
¿qué tenía de especial el código genético de la semilla que hizo
germinar semejante árbol?, que también es un chopo.
Estas fotos están tomadas en las orillas del canal de Castilla, lugar que merece ser visitado y paseado. Si quiere ver cómo es este lugar puede echar una ojeada a la siguiente peli, que sólo dura tres minutos:
Bueno, y ya puestos, también puede mirar esto otro:
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